La cabeza posterior del deltoides es la responsable de que el brazo se eleve hacia atrás, acercando en lo posible los brazos por la parte trasera de la espalda.

En  practicamente todas las vistas posteriores o en giros de torso en los que proyectemos parte de nuestra espalda a los ojos de los demás, el desarrollo de la cabeza posterior del deltoides es determinante. Si la trabajamos lo suficiente, conseguiremos llegar a diferenciarla de la parte superior de los laterales de la espalda, así como de los brazos y del trapecio.

Pero es, de entre las tres cabezas del hombro, con diferencia la más difícil de aislar.  Debemos de concentrarnos mucho en conseguir una ejecución de la técnica de levantamiento 'estricta' si no queremos que los grupos musculares periféricos (que queremos diferenciar) acaben realizando la mayor parte del trabajo.