En las ultimas etapas de las sesiones de entrenamiento, en esas veces que sientes que te desmayas por no poder llegar a la decima repetición en una sentadilla libre, la disminución de glucógeno muscular en combinación con los bajos niveles de glucosa sanguínea estimularán la glucogénesis a partir de la proteína de tu preciado tejido muscular. En particular los aminoácidos de cadena ramificada de tus músculos serán catabolizados para proveer de energía. Debido a que los BCAAS liberados del hígado pueden estar reducidos o la captura del tejido muscular puede aumentar, los niveles sanguíneos de BCAAS disminuyen rápidamente con lo que viene una perdida de tejido muscular y la aparición de fatiga central por el aumento del triptófano en su forma libre y la disminución de los BCAAS. Los niveles elevados de triptófano están relacionados con la formación de serotonina, un neurotransmisor en el cerebro relacionado con la fatiga.

Los bíceps o piernas que te ha costado ganar, pueden ser la energía que utilizarás si tu plan de dieta es incorrecto. Para disponer de la suficiente glucosa a la hora de entrenar que impida que nos situemos en un entorno hormonal catabólico, contamos con los depósitos musculares de glucógeno. Pero ¿hay manera de que se repongan al 100% si encadenamos sesión tras sesión de pesas en una misma senana? Las AMILOPECTINAS pueden ser la clave.

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