La plataforma vibratoria trabaja los músculos para que reaccionen a las vibraciones con contracciones reflejas máximas. Los músculos se contraen y se destensan a muy alta velocidad, gracias a un fenómeno de reflejo miostático (las vibraciones producen la contracción automática del músculo provocando su estiramiento). La idea es que el usuario está sometido a vibraciones de bajas frecuencias y de amplitud relativamente pequeña. A cada vibración corresponde una contracción del músculo, lo que permite un trabajo de una intensidad difícil de igualar solo con un entrenamiento tradicional.