El medidor de frecuencia cardíaca es un aparato muy en boga actualmente en el entorno deportivo. Permite al usuario entrenarse utilizando de la mejor manera sus recursos físicos. Se presenta en forma de un reloj que, acoplado a un cinturón torácico, aporta datos relativos a la frecuencia cardíaca, el estado de forma, las calorías quemadas durante cada sesión, el tiempo de duración del entrenamiento... Es, por lo tanto, una herramienta que se adapta a cada uno con la mayor precisión, y ello sin ocasionar la mínima molestia. Los diferentes programas existentes hacen de este aparato un verdadero entrenador personal, lo que nos ayudará a entrenarnos de manera eficaz, dando lo mejor de nosotros, sin riesgo de sobrepasar los límites fisiológicos.

Los pulsómetros son perfectos para ayudarnos en la gestión del esfuerzo; lo que nos permitirá concentrarnos totalmente en el rendimiento que deseemos obtener teniendo la seguridad de que se respeta el bienestar corporal. De hecho, la frecuencia cardíaca es un elemento predominante en cualquier actividad física, que no solo varía según la persona, sino también según su estado de forma y según el entorno en el que trabaja (humedad, contaminación...).