El spinning se ha ido poniendo de moda a medida que se ha consolidado como una actividad habitual dentro de los grandes gimnasios. Aunque bien podrían diseñarse sesiones de trabajo muy suaves, la exigencia física del spinning suele ser mucho mayor que la que buscamos en entrenamientos por medio de bicicletas estáticas. 

El hecho de que los volantes de inercia de estos aparatos sean bastante pesados permite que aporten la resitencia suficiente como para que parte de las sesiones de trabajo se desarrollen pedaleando de pie, levantados del sillín y ejerciendo todo el peso sobre los pedales. La exigencia cardiovascular es mucho más elevada y convierte a la bicicleta de spining en un grandísimo aliado si queremos hacer entrenamientos aeróbicos intensivos en busca de mejoras del rendimiento.