Unos cuádriceps en su estado óptimo necesitan 'masa', 'forma' y  'separación' entre las 4 cabezas. Estos tres aspectos tienen que estar desarrollados en una proporción respecto a la parte superior del cuerpo que no se traduzca en desequilibrios visibles. 

El cuello siempre está a la vista, la ropa no suele ocultarlo por completo. Así que resultará una muestra omnipresente de muscularidad siempre que esté debidamente trabajado.

Pero, además de sus calidades estéticas, un cuello fuerte es también uno de los mejores mecanismos de protección contra el dolor de hombros y frente a las complicadísimas lesiones del cuello (que nos pueden apartar de los entrenamientos por largas temporadas). En los deportes de combate o deportes de contacto, además, la fuerza del cuello es clave para el rendimiento y la seguridad ayudando a prevenir las conmociones cerebrales.

La cabeza anterior del deltoides es la responsable de que el brazo se eleve frontalmente.

Aunque los principiantes pueden empezar con máquinas en donde el peso guiado les ayude a centrarse en el levantamiento (sin riesgo de perder el control de la carga en algún punto a lo largo del arco completo del movimiento), lo ideal es transitar cuando sea posible hacia el uso de barras y especialmente de mancuernas (estas últimas ayudan a aislar cada deltoide por separado y evitan desarrollos desiguales al hacerse manifiestos los posibles restrasos de un lado respecto al otro).

Al igual que en el esquema de entrenamiento base del hombro en general, el deltoides frontal se desarrolla con 2 tipos de ejercicios: PRESS y LATERALES Frontales.

La cabeza media del deltoides es la responsable de que el brazo se eleve lateralmente. De las tres cabezas de que se compone el hombro, el desarrollo de las cabezas medias es el que se traduce con mayor proporción hacia las ganancias estéticas. Un deltoides lateral bien trabajado proporciona el aspecto de un hombro voluminoso y contribuye enormemente a la forma en ''V'' típica de los practicantes de pesas (porque amplía hacia arriba el desarrollo de los laterales de la espalda). Si la genética no nos dotó con una estructura clavicular de hombro recto, debemos de trabajar especialmente esta cabeza para corregir 'artificialmente', con un mayor desarrollo de masa muscular, la posición 'natural' de estas estructuras descendidas. 

Se desarrolla fundamentalmente por medio de ejercicios LATERALES con mancuernas, pesos sueltos y poleas.

La cabeza posterior del deltoides es la responsable de que el brazo se eleve hacia atrás, acercando en lo posible los brazos por la parte trasera de la espalda.

En  practicamente todas las vistas posteriores o en giros de torso en los que proyectemos parte de nuestra espalda a los ojos de los demás, el desarrollo de la cabeza posterior del deltoides es determinante. Si la trabajamos lo suficiente, conseguiremos llegar a diferenciarla de la parte superior de los laterales de la espalda, así como de los brazos y del trapecio.

Pero es, de entre las tres cabezas del hombro, con diferencia la más difícil de aislar.  Debemos de concentrarnos mucho en conseguir una ejecución de la técnica de levantamiento 'estricta' si no queremos que los grupos musculares periféricos (que queremos diferenciar) acaben realizando la mayor parte del trabajo.