Este artículo viene de Evaluación de la composición corporal.
La impedancia bioeléctrica basa su técnica en medir las resistencias que ofrecen los distintos tejidos biológicos al paso de un impulso eléctrico a través de ellos. Cómo se sabe que el agua es una excelente conductora de la electricidad, la idea es que una corriente atravesará a distinta velocidad los tejidos que contengan este elemento que aquellos que contengan agua en menor cantidad o que estén libres de ella.
Los músculos contienen agua, especialmente cuando se hidratan para retener glucógeno al entrenarlos, y contrariamente la grasa es hidrófoba, es decir repele el agua (pensemos en una gota de aceite -grasa- en un vaso de agua). Como el tejido graso se presenta seco y la bioimpedancia mide en base a la conductividad eléctrica, es posible determinar las proporciones y cantidad total de grasa que hay en el cuerpo al enviar una señal que lo recorra en su totalidad.
A mayores de los datos referentes a los porcentajes y distribución del tejido muscular y de la grasa en el cuerpo, es muy útil para los practicantes de pesas conocer el grado de hidratación. Porque se sabe que en las personas sedentarias la mayoría del agua se acumula en el exterior de las células y una de las primeras adaptaciones que produce el entrenamiento es la redistribución de esta agua, incrementándose la acumulación de agua intracelular. Es el principal motivo de que cuando iniciamos un programa de ejercicio experimentamos un inmediato incremento en el peso. Las ganancias de masa muscular son bastante lentas, lo que nos sucede es que las células se hidratan para poder llevar a cabo las crecientes demandas de sus reacciones químicas ante un mayor nivel de actividad en los tejidos. Esta es una captación de líquidos 'deseable' para los practicantes de ejercicio, frente a la tan 'indeseable' retención de agua extracelular de la que se quejan muchas personas sedentarias. La función más destacada de las básculas de bioimpedancia es ayudarnos a diferenciar si las ganancias o pérdidas de peso son debidas a redistribuciones del agua o a las ganancias o pérdidas de tejido graso en nuestros cuerpos.
Video de relización de bioimpedancia
PRECAUCIONES A LA HORA DE REALIZAR LA PRUEBA
En la línea de lo que acabamos de comentar, es fácil entender que variaciones excepcionales en la hidratación pueden llegar a distorsionar los resultados de la bioimpedancia. De este modo, es importante no tomar mediciones justo después de realizar un ejercicio físico intenso (estaremos más deshidratados), al terminar de comer (ya que los alimentos, a mayores de las bebidas, también contienen agua) y, en mujeres, durante el ciclo menstrual (los estrógenos retienen líquidos en los tejidos).
Así, tendremos en cuenta, para realizar la prueba:
- Evitar comer y beber desde 4 horas antes.
- No hacer ejercicio desde 12 horas antes.
- Orinar cuando falten menos de 30 minutos.
- No ingerir alcohol desde 48 horas antes.
- No tomar diuréticos desde 7 días antes.
- Las mujeres deben de evitar la realización de la prueba en los días en los que se retengan más líquidos.