Se obtiene por coagulación, calentando la proteína a altas temperaturas (190º) y obteniendo el cuajo. El primer proceso de filtración en la producción de proteína de suero es la ultrafiltración, la proteína se filtra a través de una membrana porosa, proceso mediante el cual se separa la proteína de la grasa y la lactosa. El concentrado es el más básico de los tipos de proteínas de suero, la concentración de proteína puede variar considerablemente, de 35-85% por lo que hay una enorme diferencia en la calidad de los diferentes productos que existen en el mercado. Los productos más vendidos del mercado en concentrado de suero, llevan un porcentaje de proteína entre el 68 y el 85%. Este tipo de proteína concentrada contiene más hidratos de carbono (bajo la forma de lactosa) y calorías que la aislada. También es más barata que el aislado de proteínas de suero o el hidrolizado.
Hay que remarcar que no existen pruebas de que las proteínas desnaturalizadas sean menos anabólicas que las obtenidas por procesos que no las desnaturalizan. Pueden perder funciones biológicas implicadas en importantes funciones celulares, pero continúan estando formadas por los mismos aminoácidos necesarios para la síntesis proteica.
Se suele emplear para introducir una mayor cantidad de proteína en la dieta, con la intención de maximizar la hipertrofia muscular. La proteína whey concentrada contiene más hidratos de carbono (bajo la forma de lactosa) y calorías que la aislada, lo que no impide que muchos batidos o sustitutos de comida empleen estas dos fórmulas en conjunto. A pesar de este nivel de concentración más bajo, sigue siendo una proteína de buena calidad (mientras uno no sea intolerante a la lactosa), puesto que el concentrado de whey incluye una generosa cantidad de aminoácidos esenciales. Se recomienda consumirla con el desayuno o después del entrenamiento.