La proteína hidrolizada es la fuente más cara del mercado actualmente y también la de mayor calidad disponible. Aporta péptidos altamente biodisponibles y puede tener un alto efecto anabólico (debido al elevado ritmo de absorción de estas proteínas). La proteína hidrolizada se digiere y se tolera mucho mejor que el concentrado y también puede emplearse antes y después de entrenar.
La whey hidrolizada está considerada la fórmula estándar de la proteína whey. Al contrario de lo que ocurre con el concentrado o el aislado, esta proteína ya viene pre-fragmentada enzimáticamente en grandes péptidos, lo que le proporciona una velocidad máxima de absorción, haciéndola muy superior al resto en cuanto a la mejora de la hipertrofia muscular. Una suplementación con hidrolizado de proteína puede ayudar a estimular e impulsar el sistema inmunitario aumentando el nivel de glutatión, que ayuda a desintoxicar el cuerpo y a proteger las células del sistema inmunitario. Teniendo en cuenta que la plusvalía del hidrolizado de whey es su asimilación rápida, podemos asumir que se trata de la mejor proteína para tomar inmediatamente después del entrenamiento. Por eso precisamente, suele ser la más cara.
En “etapa de definición” las estrellas serían el aislado por la poca cantidad de HC y grasas que llevan, y la Hidrolizada para el post entreno.